Entrevista a Impact Hub Madrid

“Hay formas de trabajar más positivas para las personas”

Impact Hub Madrid es uno de los espacios de coworking y red de innovación social más importantes del mundo. Tuve la oportunidad de entrevistarme con Elena Alcalde, responsable de comunicación de Impact Hub Madrid, para descubrir más sobre ellos y cómo se está moviendo la tendencia en emprendimiento social en este país. Pude visitar sus instalaciones en Madrid y, francamente, me quedé con la boca abierta. Un modelo joven, creativo e innovador de hacer las cosas, que sirve como termómetro para medir cómo está cambiando el mundo.

Goodbye, Mr. Burns. Impact Hub Madrid es uno de los espacios de coworking referencia en nuestro país. Cuéntanos un poco en qué consiste.

IHM. No queremos definirnos como espacio de coworking. Es verdad que es uno de nuestros pilares, pero definirnos así limitaría todo lo que hacemos. Nos gusta definirnos como red de innovación social. Estamos en más de 60 países en todo el mundo, formando un auténtico ecosistema de innovación, donde es primordial compartir información para que lo que tú hagas y sabes pueda ser utilizado por otros miembros de la red.

GbMB. ¿Cómo se comparte esa información? ¿Qué herramientas o procedimientos utilizáis?

IHM. Tenemos una asociación, Impact Hub Global, que funciona como una red social general. Están a nuestro servicio, pero desde arriba. Interesa pertenecer a una red internacional por la expansión que puedes tener y porque como emprendedor, entrando en la red, puedes ver lo que hace y contactar con cualquier persona que esté dentro.

Nos anunciamos como un espacio que impulsa y promueve el impacto social, con programas de aceleración, impulso, etc. Todo el mundo tiene ventajas de información, donde te enteras de todo el primero. 

GbMB. ¿Qué os animó a abrir en Madrid? ¿Había otras empresas similares?

IHM. Teniendo en cuenta nuestras características, en Madrid sí que hemos sido de los primeros. Por eso se ha creado, porque había necesidad y no existía algo similar. Madrid es de los diez primeros en abrir del mundo, porque se formó una comunidad. Para ser Impact Hub primero debes tener una comunidad interesada en llevar a cabo proyectos sociales y colaborar, luego tener un espacio y después solicitar la licencia para formar parte del ecosistema.

GbMB. ¿Funciona entonces como una especie de franquicia? ¿Hay formación para esa comunidad de la que hablas?

IHM. Cuando te interesas por el Impact Hub, escribes a la marca y te van a mandar información. Es como una franquicia pero al revés, porque los que marcan las necesidades son los Impact Hub individuales. No hay una estructura piramidal, es bastante horizontal. Y en cuanto a formación, la marca como tal no te forma. Te instruye en la filosofía y los valores, que básicamente es estar abierto, evitar el secretismo y compartir para crecer tú también.

GbMB. Se piensa que un espacio de coworking es un lugar para emprendedores, pero que cuando la empresa se consolida, ya montan su propia oficina y vuelan solos. Pero por las ventajas que me cuentas, casi merece la pena seguir con vosotros.

IHM. De hecho, hay muchas empresas que siguen estando aquí. Es que para tu propia empresa, el estar viendo cosas que surgen continuamente, el vivir rodeado de innovación, nuevos proyectos, etc, te aporta un montón de cosas. Y siempre puedes incorporar lo que aprendes a tu modelo de negocio.

GbMB. Dame un ejemplo de un negocio del que estéis particularmente orgullosos, y cumpla vuestros valores.

IHM. Tenemos uno que siempre lo ponemos de ejemplo porque fue un éxito de nuestra red: Agua Inc, de Tomás Delgado. Tenía un proyecto de potabilización de aguas a través de algas, y lo pusimos en contacto con la lanzadera del Impact Hub de San Francisco. Obviamente, sus méritos le han hecho llegar donde ha llegado, pero también es cierto que es algo que se podía haber quedado como algo más local. A nivel más pequeño, que todavía no ha tenido el impacto del proyecto de Tomás, puedo citar Apadrina un olivo. Su proyecto trata de recuperar un olivar de Teruel, que está abandonado. Al parecer, un olivar deja de producir aceitunas si no se le cuida, y están trabajando en esto para recuperar el terreno y generar empleo. Organizan excursiones para ver el olivar y cultivan aceite ecológico, y a través del pago de una cuota anual recibes tu botellita de aceite. Algo pequeño, que está empezando, pero no hay que olvidar que hay olivos por todo el Mediterráneo.

GbMB. Ver una empresa como vosotros en España, que respalda la innovación social, es algo que muchos creerían imposible. ¿Hay una tendencia hacia esta forma de negocio?

IHM. Crece porque el contexto lo estaba pidiendo. La gente toma conciencia del medio ambiente, de que los recursos tienen un límite, y luego aparte son más sensibles a los derechos laborales. Hay otras formas de trabajar que para la persona son más positivos. En Impact Hub Madrid, el porcentaje de personas que se dedican a la innovación social, ronda el 80%. Cuando entra alguien que no tiene esa visión lo miramos con cautela, porque la innovación social va ligada a no competir sino a compartir, pero también es cierto que nos interesa que entren empresas con otra visión para que vean lo que se está haciendo y que este modelo puede funcionar. Hay grandes empresas que vienen un tiempo y se piensan que la empresa social es una ONG, y luego se dan cuenta de que tienen unos beneficios interesantes. El emprendimiento social está cubriendo necesidades de la sociedad a los que otros no llegan. Ya por eso, tiene mucho futuro.

GbMB. ¿Y cómo se traduce eso a la creación de empresas sociales? ¿Sigue el emprendimiento social esa tendencia?

IHM. En España hay un freno cultural, aunque también falta confianza de las instituciones tanto públicas como privadas. Está costando arriesgar más que otros países. No se entiende, por ejemplo, capitalizar todo tu paro para poner en marcha una empresa porque igual no te funciona, sin pensar que a lo mejor todo ese aprendizaje servirá para que te vaya mejor en tu segundo emprendimiento. Son más los valores lo que cuesta cambiar. Y también pensar a lo grande, en qué puedes hacer a nivel global.

GbMB. Esa falta de confianza de las instituciones públicas la percibimos todos. ¿Crees que va a cambiar con nuevos gobiernos?

IHM. Desde las instituciones, se está demandando cada vez más. Hay áreas que se están transformando en huerto urbanos, por ejemplo. Son pequeños pasitos, pero va despacio todavía. La iniciativa privada es donde se está moviendo más.

GbMB. Sois una player importante en el marco mundial en términos de innovación social. Como profesionales, ¿trabajáis el aspecto político? ¿Ayudáis o guiáis a las instituciones públicas para fomentar vuestros valores?

IHM. Organizamos desde Impact Hub Madrid, a nivel más local, un marketplace para dar a conocer proyectos en jornadas de puertas abiertas. Es verdad que no estamos en muchas acciones a nivel político. Interesaría y quizás es una asignatura pendiente. Estamos en el ecosistema de apoyo al emprendedor social, en el que hay varias entidades, desde bancos, lanzaderas etc, que quieren promoverla a nivel nacional. Quizás sea una vía a explorar.

GbMB. Vuestro espacio acoge los proyectos de vuestros asociados, pero ¿lo ponéis a disposición para eventos non profit? Si es así, ¿qué requisitos se deben cumplir?

IHM. Sí, pero damos prioridad a pertenecer a la red. Si nos da valor y nos parece interesante, estamos abiertos. Sí que hay que pagar un coste mínimo de mantenimiento, aunque lo que más nos interesa es el intercambio. Ver qué puede aportarnos la entidad que quiere disponer de nuestro espacio, como formación, charlas inspiradoras, mesas redondas, etc. Se intenta buscar la colaboración.

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