22 septiembre, 2016

FRESH SQUARE

Probablemente, cuando estés leyendo esto Fresh Square ya haya lanzado su campaña de kickstarter. Tuve la suerte de hablar con Lou Bugeia-Gane, cofundadora de una de las start ups que molan la vida, y que te hacen recuperar la fe en el ser humano. Animada por el enorme impacto medioambiental que supone la industria alimenticia vegetal en el planeta, charlamos con ella sobre su aportación al mundo.

Goodbye, Mr. Burns. Cuéntanos algo sobre el vídeo.

FRESH SQUARE. Estamos preparando una campaña de crowdfunding para Septiembre, aunque no decimos cuál es el día exacto de lanzamiento. Estamos mandando correos a la gente para enseñarles lo que estamos haciendo y cierta información, pero no toda. Si les das toda la información, igual no se registran luego. De alguna forma, estamos intentando hacer comunidad. Ahora mismo tenemos 600 personas, aunque nuestro objetivo es llegar a una cifra entre las 2000 y las 4000 personas.

GbMB. Tal vez Facebook sería una buena forma de invertir en publicidad.

FS. Tendría sentido, pero no sé si es la más sostenible. Lo que estamos buscando hacer es más crear contenido para comunicarlo e influenciar a la gente que tiene su propia comunidad, para que lo promueva. Así que estamos haciendo otro vídeo que es una animación en la que explicamos un poco lo que hacemos e invitamos a la gente a apuntarse. Buscamos la manera de promover bien este vídeo para que la gente vaya incorporándose a la comunidad. Además, estamos haciendo artículos para Medium, para que nos dé visibilidad. Ahora es el maratón hasta la campaña de crowdfunding. Y luego será el spring, porque queremos montarlo todo en dos meses.

GbMB. Recuerdo la campaña de Einhorn, también alemanes, de los que ya hemos hablado en el blog. Me parece una campaña súper buena.

FS. Sí, aunque nuestra forma es diferente. Nuestros vídeos no nos muestran a nosotras haciendo las cosas, es un poco más publicitario. Es verdad que estamos considerando hacer este tipo de vídeo, haciendo que tengan menos protagonismo en la web, pero que estén ahí.

GbMB.  La verdad es que en una campaña de crowdfunding es importante la calidad del producto, pero también que vosotras aparezcáis.

FS. Sí. Apareceremos y diremos lo que queremos hacer, conseguir, bla, bla, bla. Tenemos varios prototipos amateur, casi hechos a mano, pero ahora estamos trabajando en un prototipo profesional que se parecerá mucho a la versión final.

GbMB. Bueno, entremos en materia. Te engaño si te digo que no me apetecía hacer esta entrevista al revés de lo que dicen los manuales, que es verano y me cansan las reglas SOBRE TODO PARA TOCARLE LOS COJONES A ROBER. Ahora que llevamos un buen rato hablando, cuéntame. ¿Qué es Fresh Square y cómo os decidisteis a lanzar el proyecto?

FS. Durante un startup weekend conocí a Solene. Teníamos que dar nuestras ideas de startup, y en el proceso de brainstorming la escuché hablar sobre ideas para hacer un huerto de interior que se pudiera apilar. Entonces, al ver la similitud de ideas, decidí que quería trabajar con ella. Durante el finde, junto a otras tres personas, trabajamos sobre esta idea que ya llamábamos Fresh Square. Al final del startup weekend había una competición de los diferentes proyectos y ganamos el primer premio. Todo el mundo se volcó con la idea, y los organizadores nos dijeron de llevarla a cabo. Aunque no conocía Berlín demasiado, me tiré a la aventura y está saliendo bien. A finales de Enero encontramos una incubadora para startups donde trabajar, y ya empezamos fuerte.

GbMB. ¿Qué es Fresh Square?

FS. Lo que queremos poner en marcha es ofrecer a la gente la posibilidad de hacer crecer su comida en su propia casa, teniendo en cuenta el escaso impacto medioambiental que eso supone con respecto a la industria actual alimenticia, de forma general. Para nosotras, hacer Fresh Square es volver a conectar a las personas con la naturaleza, y no al smartphone. Es permitir a las personas descubrir cómo crecen las cosas, porque crecen. No se trata de ir al supermercado y encontrarlas empaquetadas. Entender mejor lo que está pasando con el proceso.

GbMB. Pues sí. Conecta con la tendencia actual de hacérselo todo uno mismo, las huertas urbanas, verticales, etc.

FS. Consigues que las personas tengan más conciencia de su impacto. Antes hacíamos crecer nuestra propia comida, y ahora no tenemos ni idea. Tiene un lado educacional.

GbMB. ¿Cómo se hace dinero con esa idea?¿Qué líneas de negocio habéis pensado?

FS. Vendemos a la gente un huerto de interior para el salón o la cocina, el Fresh Square. Luego vendemos las recargas de suelo con las semillas dentro. Lo que tú tienes que hacer, como consumidor, es únicamente meter la recarga y echar agua cada 3 semanas. El sistema hace el resto. Hay una luz móvil que siempre está cerca de las plantas, desarrollada por nosotros, y hay una forma de irrigación pasiva que consigue que el suelo esté siempre húmedo.

GbMB. Veo un fuerte componente de “saber lo que se hace”. ¿Es vuestro equipo un equipo científico?

FS. Yo estudié carrera de negocios, pero Solene es bióloga con titulaciones adicionales superiores de profesión. Sin embargo, su familia siempre fue muy emprendedora y conoce bien el tema de los negocios. Nuestro equipo tiene un corte más científico que otros proyectos de huertos de interior, que destacan tal vez por su tecnología. Nuestro equipo entiende de las plantas, del medio ambiente, de los microorganismos, del PH, etc.

GbMB. ¿Y en qué se diferencia Fresh Square de otros huertos de interior?

FS. Nuestro suelo está formado por desechos orgánicos, compost y otras cosas que añadimos y que hace que los nutrientes se liberen lentamente. Todas las plantas que tenemos en Fresh Square tienen un ciclo de desarrollo rápido, porque realmente no quieres esperar 1 año para recoger algo. Y por rápido hablo de hierbas frescas en 5 semanas, y para tomates cherry y ese tipo de cosas, 2 meses. Las técnicas que vas a ver en otros huertos de interior se basan en la hidroponía.

GbMB. Una pasada, sin duda. Aunque es cierto que 2 meses es todavía bastante tiempo.

FS. Nuestros esfuerzos van ahora mismo enfocados a bajar ese tiempo, porque realmente se puede mejorar. Y ojo, hablamos siempre de mejorar sin dañar el medio ambiente, con componentes que formen parte de los recursos naturales. Si no lo hacemos así, no tiene sentido. Lo que te comentaba sobre la hidroponía, por ejemplo, no es muy sostenible. Estás poniendo nutrientes industriales en el agua. Es químico, y el fertilizante realmente nutre a la planta con un proceso que no es el natural, donde son los microorganismos los que preparan los nutrientes para el consumo de la planta. Para que te hagas una idea, la hidroponía es más o menos como si te inyectaras en la sangre las vitaminas que necesitas y no te comieras una naranja, la digirieras y luego tu sistema digestivo extrayera lo necesario. Estamos pensando cómo no impactar y ya tenemos algo, pero lamentablemente no es algo que pueda contarte ahora (risas).

GbMB. ¿No tiene esto un valor educativo tan alto, que incluso podría desarrollarse en escuelas, restaurantes, etc?

FS. El concepto está muy bien, pero eso, como concepto complementario, como valor añadido. La cantidad de alimento que necesita un restaurante es bastante grande, y por simples cuestiones de espacio no sería quizás muy viable. Para las escuelas, para cocktelerías que necesitan un tipo especial de hierbas e incluso para restaurantes de alta gastronomía, donde las cantidades de comida no son enormes, puede funcionar. De hecho, estos lugares demandan a veces productos estacionales  que difícilmente se pueden encontrar en el supermercado, y Fresh Square te ofrece la posibilidad de tenerlos todo el año. Sin embargo, ahora nos enfocamos más en los hogares de las personas, que es donde está el foco del cambio.

GbMB. Háblame un poco de la campaña.

FS. Tenemos debate en el equipo sobre qué día es el mejor para sacarlo en kickstarter, pero será en septiembre. Venderemos el suelo y las recargas. Cuando la planta ha crecido, hay que cambiar las recargas, lo que nos pone en unas 3 ó 4 veces al año. Tampoco es muchísimo, si lo piensas.

GbMB. ¿Y precios?

FS. Las estimaciones son que un Fresh Square son alrededor de 350 euros, tirando de planos 3D y hablando con fábricas. Para nosotros es muy importante fabricarlo en Europa, pero también queremos comparar el coste si se produjera en China. Lo que pasa es que yo no quiero mandar el producto desde China a Europa o a EEUU. Hay muchos problemas sociales de por medio.

GbMB. Mercado potente el de EEUU

FS. Sí, aunque hay muchas dificultades que tenemos que valorar para enviar a EEUU. Si envías suelo con microorganismos, es peligroso para el suelo de allí, aparte de que hay ciertas regulaciones en contra que lo hacen complicado. Para abrir mercado allí, lo suyo sería producirlo allí. El Fresh Square se compra una vez, pero las recargas es lo difícil. Volviendo al tema de los precios, las recargas valdrían entre 2 y 7 euros. Entre 40 y 100 euros al año, si sólo cogieras las cosas más caras.

GbMB. ¿Hay entonces beneficio económico para el consumidor con respecto a ir a comprar al súper?

FS. Por supuesto. Es verdad que tienes que invertir en el mueble, pero yo pienso que, cuando te compras un sofá, no piensas en las veces que te sientas sobre él. Como lo estamos diseñando para que sea bonito, va a molar tenerlo. Para mí, pienso que mi misión en la vida es ofrecer a la gente una mejor calidad de vida con menor impacto en el medio ambiente.

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