5 noviembre, 2015

Zero Waste, el futuro de la industria

Había ocasiones en las que la comunidad tenía algún problema de difícil solución, que ni los más listos o ancianos del lugar eran capaces de resolver. En ese momento, algunos individuos considerados por muchos como temerarios, tenían que enfrentarse a un riesgo mortal: adentrarse en el mundo de los gigantes Goris.

Bien es cierto que esos individuos ya se ponían en peligro cuando debían recoger su correspondencia en el Mundo Exterior, en el que el perezoso Sprocket ladraba con ahínco para alertar a su despistado dueño de la extraña presencia. Pero enfrentarse a los Goris era lo peor. Aquella familia campechana que cultivaba rábanos quería exterminarlos por encima de todo, pero el riesgo merecía la pena. Tener acceso a aquel oráculo, aquel faro de sabiduría significaba muchas veces el fin de los problemas.

Perdida en nuestra memoria está la imagen de aquella enorme Montaña de Basura elevándose ante los Fraggle para dibujar un rostro amable, justo, sabio y siempre dispuesto a dar un buen consejo. Recupérala ahora. Vale, tira de Youtube si es necesario. . . 

Calificar a Jim Henson como visionario no estoy seguro de si sería lo correcto, pero lo cierto es que muchos de los temas que trató con su serie Fraggle Rock, convertida ya en historia de la televisión, parecen servir aún hoy para explicar en forma de metáfora, casi de parábola, los problemas de una sociedad tan compleja como la nuestra. En relación al medio ambiente, el bueno de Henson dio en el clavo. ¿Cómo iba a ser un montón de basura una entidad cargada de sabiduría y razón?

Lo que traigo hoy es una pequeña lista de empresas que utilizan la basura de una forma tan inesperada como sorprendente. Nuevos horizontes se abren para descubrir nuevas posibilidades en nuestros desechos. A veces, las palabras de este oráculo desechado resultan ambiguas y desconcertantes, pero albergan toda la esperanza que deseábamos escuchar:

  1. Tomate vence Petróleo. Heinz Ketchup produce alrededor de 2 millones de toneladas de desperdicios de tomate (pepitas, piel, etc). Esta empresa, en colaboración con un grupo de científicos de grandes compañías como Ford, Nike y Cocacola han desarrollado un bioplástico formado a partir de estos desechos. En un mundo en el que la demanda de plásticos es cada vez superior y la inestabilidad del mercado petrolífero resulta exhasperante para los negocios de muchas empresas, parece que La Montaña de Basura tiene la solución. El tomate.
  2. Camina por la vía láctea. Todo el que viva a según que latitudes, además de las ocasiones en las que se produce un milagro bíblico en el desierto, se ha visto envuelto en una nevada o helada en la que es necesario echar sal en la calzada para poder circular con el coche, o que la vecina del tercero no se fracture la cadera. Este acto tan simple supone un gasto público considerable, y un derroche en términos de recursos medioambientales (tal vez lo explique algún día en profundidad). En una ciudad de Milwakee, en EEUU, donde los inviernos dejan siempre un regalito en forma de nevada, han encontrado otra solución. Los fabricantes de Queso Brine (queso blanco tierno en salmuera) desechan diariamente litros y litros de salmuera, después del proceso de fabricación. Por su contenido en sal, este producto es magnífico para deshelar las carreteras de una forma ecológica y ahorra decenas de miles de dólares al año.
  3. Llama a Marcelino, Pan y Birra. La producción de las cervezas más famosas de Europa podría estar protagonizada fácilmente por los países centrales: Alemania, República Checa, Holanda y Bélgica. En este último país nace el Proyecto Brussels Bread, que con su Babylone pretende acabar con uno de los productos comestibles más desechados por las familias, base de la alimentación de los seres humanos y top one de los contenedores de basura: el pan. Pues sí, estos belgas elaboran una cerveza con el pan que se desecha en supermercados y grandes superficies, siendo capaces de transformar 500kg de pan en 4000 litros de cerveza dorada. La simpleza de la idea (sustituir cebada por pan en el proceso de fabricación) y el enorme impacto que es capaz de producir en la sociedad y el medio ambiente, ha conseguido que grandes cerveceras pongan su atención en el proyecto.
  4. Ojalá que llueva café. Ya lo mencionamos cuando hablamos de sus maravillosas propiedades en la entrevista con Ecoalf. El café es un producto muy consumido en todo el mundo, y la composición de su residuo tiene unas propiedades brutales para la fabricación, como son la impermeabilidad, la flexibilidad, la resistencia, etc. Bajo la firma Re-Worked, el británico Adam Fairweather está diseñando muebles de oficina y para tiendas con este residuo, con una calidad que sorprende a propios y extraños. Grandes como Google han amueblado sus oficinas con este equipamiento, que ha alargado significativamente la vida de algunos árboles.
  5. Cuán dulce es el frío. El término Digestión Anaeróbica es un palabro que viene a explicarnos, para entendernos, el conjunto de procesos por el que los materiales biodegradables se descomponen sin la necesidad de aire (oxígeno). Durante una parte del proceso, los desechos se transforman en energía. El éxito de este proceso, por ejemplo, implica que es posible utilizar bioproductos para generar una versión más ecológica del CO2, denominada eCO2. La cadena de supermercados Sainsbury’s, una especie de Carrefour del mundo anglosajón, mientras investigaba sobre estos procesos ha descubierto que el residuo de la remolacha que se utiliza para la fabricación de azúcar es la materia prima de la que deriva. Sustiyendo los requerimientos de CO2 de los actuales frigoríficos y cámaras de frío por este eCO2, la empresa ha calculado que sus emisiones podrían reducirse en un 60% en 2020. Siendo el mismo proveedor el que le sirve el azúcar que el que le sirve  el desecho de la remolacha, Sainsbury’s se asegura una cadena firme y sostenible. Ni qué decir tiene que muchos otros grandes del sector ya se han interesado por el proceso.

Quizás, como los Fraggle, tendremos que atravesar un mundo de gigantes que nos considera una plaga para hacer que los consejos de la Montaña de Basura se hagan realidad. Algunos parecen ambiguos, otros parecen imposibles. Pero si a estos monigotes no les daba miedo intentarlo. . . ¿por qué iba a dárnoslo a nosotros?

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