Kickstarter es la plataforma de crowdfunding más importante de todas las que pueblan internet. A estas alturas de la película, no necesita mayor presentación. Empecemos pues.
Una de las cosas que más me gusta de este sistema, además del consabido contacto directo entre el creador y el público objetivo, es que la mayor parte de las veces actúa como termómetro de las tendencias de consumo. Aunque no parezca más que una obviedad, una buena idea sólo es realmente buena si tiene la suficiente proyección en el público, con todo lo que ello conlleva (buen desarrollo, buena publicidad, etc.).
En Goodbye Mr. Burns ya he hablado varias veces de algún producto que me ha parecido destacable, desde pequeños proyectos como cápsulas para café reutilizables, hasta una máquina para limpiar los océanos, pasando por un proyecto para reforestar toda la meseta central de la Península Ibérica.
Lo que os traigo hoy es una pequeña recopilación de kickstarters más cotidianos, más cercanos, que se fundaron desde una maravillosa perspectiva de innovación socioecológica, o que simplemente pensaban en el planeta, y que hoy han dado el salto al mercado e incluso tienen que afrontar a una competencia que les copia.
Algo alejado de estos términos debo mencionar, como una tendencia que me parece graciosa pero oportuna, la introducción de la madera y el bambú como materia prima en un montón de proyectos de moda. Desde gafas (Bambuddha o Panda son sólo dos ejemplos), a monederos, fundas para móvil o iPad, relojes y hasta teclados para el ordenador. Pensar en meter madera como componente para un gadget tecnológico o del mundo de la moda en lugar de plastiquete me parece genial, una nueva especie de ciencia-ficción, una suerte de steampunk retroadvanced 2.0, con supertecnología de neón LED en entornos de madera.
Un Wooden Cyberpunk, ¿woodpunk? Molaría la vida.
1. WIPEBOOK
Todos conocemos el bloc de notas del teléfono móvil, el Evernote y sus tropecientas apps exploits para tomar notas y hacer listas de la compra. Pero lo cierto es que muchas veces, no sé por qué, sobre todo cuando tengo que hacer un trabajo de corte creativo, el soporte en papel y lápiz me resulta más cómodo. Wipebook se anuncia, casi para mí, como el “último cuaderno que comprarás en tu vida”. La idea es tan simple como efectiva: un cuaderno de notas con buen diseño y hojas borrables. Un cuaderno de notas, un lugar donde tomar apuntes, un área de trabajo, un soporte para que los niños pinten a placer, para hacer los deberes. . .
Mientras las aulas se informatizan, o simplemente para no contribuir con la tala de árboles por mucho FSC que respetemos, es una solución genial.
2. LIGHTORS
Infinitas veces he hablado en el blog del impacto ecológico que suponen las pilas, y que muchas veces parecemos haber olvidado. Está claro que la industria cada día va dependiendo menos de ellas, pero aún tenemos en casa según qué cacharritos que se alimentan a pilas. Que si el reloj de pared, que si esa lámpara, el mando de la tele, etc.
La idea de las Lightors es cargar las pilas directamente con un cable USB. Sí, vamos, en realidad son baterías con forma de pila. Cárgalas mientras usas el ordenador, la tele, la Playstation o simplemente con un cargador enchufado a la pared.
3. GEIZEER
Este cacharrito, simplemente, mola hasta decir basta para no morir de hamor. Se trata de un cubo de madera de unos 15cm, que tiene un pequeño ventilador capaz de recoger el aire, pasarlo por un filtro que previamente has metido en el congelador, y devolver ese aire 3 grados más frío a la habitación. En un radio de 360º, puede enfriar una habitación de hasta 12 metros cuadrados (aunque yo lo pondría encima de la mesa, bien pegadito). Se carga con un USB, con una autonomía de 7 horas (si bien el filtro tarda en perder sus cualidades frías sólo 4, aunque se puede reemplazar en un plis).
¿Por qué es “eco” esto? Pues no sólo está fabricado en madera, si bien esto es una característica de diseño por las cualidades térmicas de este material, sino porque sus creadores calculan que mantener este ventilador activo 24 horas tendría un consumo eléctrico valorado en 1 céntimo. Calcula, lorito.
4. SOLAR GAPS
Mientras aquí seguimos haciendo el tonto con nuestro impuesto al sol, el mundo se sigue moviendo. Llegan las persianas venecianas capaces de utilizar la energía solar para abastecer tu casa de electricidad. Imagina placas solares instaladas en las mismas lamas de la veneciana, capaces de generar hasta 150W por metro cuadrado de ventana (lo que puede alimentar hasta 30 bombillas LED).
Aquí os explico lo básico, que a la vez es lo más impactante de una idea tan simple como: las persianas sirven para alejar el sol de nuestros hogares pero, ¿por qué no aprovechar su energía mientras lo hacemos? A partir de ahí, crean toda una serie de comodidades para reforzar y complementar el producto, como la implementación del manejo domótico o baterías de almacenamiento para la casa.
5. ZEN PUZZLES
Lo cierto es que los juguetes ecológicos siempre me han parecido un gran meh. Son toscos, poco atractivos y, por qué no decirlo, poco evolucionados. Si bien un puzzle no es exactamente un juguete, sino más bien un pasatiempo, la mezcla de valores lúdicos y educativos, además del entrenamiento de ciertas destrezas mentales y comportamentales, le dan una carga muy potente para un crío.
Vaya por delante que estos puzzles artesanales están diseñados en madera FSC local que no se trata con formaldehído, así que cumple los requisitos de artículo guay que merece ser citado aquí. Pero también hay que decir que su calidad de fabricación los convierte en prácticamente obras de arte. Piezas con relieve, muy agradecidas al tacto, que a veces representan siluetas de animales, personas o cosas (no las típicas pestañas y huecos redondeadas de toda la vida); imágenes que suelen contener escenas de animales o de naturaleza. Una preciosa evolución, a la vez que una vuelta a los inicios de los juguetes por el material que se usa, que me resultó imposible dejar de mencionaros aquí.