Se acaba el veranito y ya vuelvo a la carga, inaugurando la segunda temporada. Entre amigos y conocidos, familiares y gente del mundillo, he pedido opinión de lo que escribí en la temporada pasada. Quería averiguar si he sabido exponer con claridad la idea inicial del blog, si estaba haciendo las cosas bien. La mayoría me ha dicho lo siguiente: todo parece negativo, te quejas demasiado.
Vaya. . . así que parezco una especie de Regan McNeil en versión ecologista y antisistema. Puede ser. Pero amigos, es que esto no hay Padre Carras que lo salve. Entiendo que nuestro sistema socioeconómico genera tantos problemas en materia social y medioambiental, que para el profano puede resultar cansino escuchar o leer tanto discurso sobre lo que está mal. Pero yo creo que ésa es la mejor forma de quedar bien enterado.
El año pasado, un estudio alemán reveló que el agujero de la capa de ozono se estaba cerrando. Se estaba regenerando, vaya. Hace unos 20 añazos, hablar de la capa de ozono estaba de moda. Parecía que en 2020 íbamos a morir achicharrados por la acción de los rayos ultravioleta, atravesados de parte a parte por una especie de bláster solar antimateria destructivo. Pero resulta que no, que el asunto se está recomponiendo. ¿Y esto lo ha hecho el planeta por sí mismo? Por supuesto que no. Le hemos ayudado. Las advertencias de los grupos ecologistas y científicos sobre el uso de los químicos como los clorufluocarburos y otras malas prácticas, cotidianas en el mayor de los casos, han hecho que los gobiernos tiraran de freno de mano y el asunto haya remitido.
No me digáis que no me queje, que no os llene el plato de mala baba, porque así podréis distinguir rápida y fácilmente qué es comestible de lo que no. Y como siempre digo, estad atentos a la segunda parte de cada post. Ahí os intento demostrar por qué todavía confío en la humanidad, en el tejido empresarial como motor del cambio y en nuestras posibilidades reales.
Este post es un homenaje a vosotros, malditos trolls que me decís que me quejo demasiado. Os traigo soluciones (los problemas ya os los cuento aquí) que varias empresas han adoptado para hacer que el sector textil no sea una industria que dé tanta vergüenza. Y esta vez con empresas españolas como bandera, para que veáis que en este país hacemos cosas más interesantes que ganar una Copa del Mundo.
- Fashion Revolution: Esta iniciativa que lleva ya 5 años en funcionamiento, ha instaurado el Fashion Revolution Day cada 24 de abril. La campaña incide sobre todo en la cadena de proveedores, para intentar dar más transparencia a una industria con muchísimos puntos oscuros. Te recomiendo que des un paseo por su web, por su nutrido blog más que nada, y descubras los diferentes estratos que toca este proyecto, eminentemente social.
- Iou Project: Dando conciencia social a la situación del sector costurero en la India, en el que millones de familias dependen de la producción de prendas de ropa para vender en occidente, Iou Project nos da la oportunidad de participar de una iniciativa única, en la que artesanos individuales crean prendas únicas con materias primas de bajo impacto medioambiental (pequeñas plantaciones locales). No te engaño, son productos caros, pero con un valor detrás que justifica su precio. Ten en cuenta que, normalmente, la justificación de un precio alto es el nombre de una marca.
- Ecoalf: No es la primera (ni será la última) vez que mencionamos a los chicos de Ecoalf porque su propuesta, sin duda, me parece tan revolucionaria como visionaria. Crean prendas de ropa de alta calidad a partir de materiales plásticos reciclados y redes de pesca. He tenido la oportunidad de tocarlos y vestirlos, y he quedado impactado. Antes de lo que piensas los tendremos en el blog como protagonistas absolutos.
- Brava Fabrics: Brava saca al mercado prendas exclusivas poco comunes. Se diseñan y producen en Barcelona, fabricados por artesanos y con materiales respetuosos con el medio ambiente, como el algodón de certificación Oeko Tex. Su producto estrella son las camisas estampadas de diseño algo diferente. Puedes encontrar pimientos, sandías y mi favorita absoluta, dueña de mis anhelos y más turbios deseos: un estampado de langostinos. Echa un vistazo porque no te dejarán indiferente.
- Lofs Shoes: Esta marca catalana de zapatillas molonas tiene una personalidad desbordante. Tienen las cosas muy claras. Su producto se fundamenta en tres pilares: Comodidad, Diseño y Responsabilidad Social. Fabrican productos de calidad a pequeña escala, bajo los derechos del comercio justo. Echa un vistazo a su web, que resulta muy inspiradora.
No sé si es por mi incapacidad para adjetivar adecuadamente o porque, por simple, realmente no encuentro un adjetivo que defina tan bien el mundo de la moda: extraño. Se ha vuelto todo demasiado extraño, demasiado artificial. Ese clima ostentoso y excéntrico de una pasarela presentando una colección parece no casar en absoluto con las penurias y enfermedades que pasan los modelos, con la situación de pseudo esclavitud que viven los fabricantes y con el impacto medioambiental de agresivos cultivos. Os dejo el tráiler de una peli que os hará pensar, para ir calentando motores para la nueva temporada de GoodBye Mr.Burns.
Lofs Shoes es murciana, no catalana. Lo sé de buena tinta!!
Ups…… Lo cambiamos 😉