Hoy por hoy, parece harto complicado hablar de Cataluña y Barcelona sin que aflore en la conversación el proceso independentista o lo bien que juega el equipo azul-grana con su estrella argentina, y sin ella. Realmente son temas de conversación muy entretenidos, sobre los que podríamos hacer largas y no siempre acertadas disertaciones, pero no es eso a lo que se dedica Goodbye, Mr.Burns, como nuestros más fieles lectores saben. Aquí hablamos de cosas que molan, así que vamos a dar a Barcelona el empujoncito que se merece para descubrirla en el mapa de empresas sociales que realmente lo petan en nuestro país.
Desde hace unos años, Barcelona es sede de empresas que destacan por su corte social. En este punto, hablar del Instituto de Innovación Social de ESADE se vuelve obligatorio, como modelo de referencia de organismo que vela precisamente por este tipo de entidades en áreas como la formación, la investigación y la divulgación de los valores sociales.
No se queda atrás UpSocial, que con un tono tal vez más agresivo pero muy determinado, pone los puntos sobre las íes cuando declara que la innovación social es algo imperativo. Así pues, apoyan la innovación elaborando consultorías que incluyan procedimientos de innovación óptimos a cada proyecto, siendo ambiciosos pero sin abandonar las posibilidades reales.
La existencia de estos organismos es ya un punto de partida muy fuerte para un sector que cada vez toma mayor protagonismo en el panorama catalán, del que me he permitido el lujo de seleccionar 5 empresas que demuestran lo que digo.
Specialisterne
Aunque esta empresa no es española de origen, se han abierto camino en nuestro país empezando en Barcelona. Su actividad principal, a grandes rasgos, se basa en la inclusión laboral de personas con Autismo, síndrome de Asperger o diagnósticos similares. Las personas de este colectivo tienen una serie de capacidades muy específicas (como la posibilidad de centrar la atención durante un largo período de tiempo), que resultan ser cualidades extraordinarias para desempeñar según qué trabajos. De esta manera, los rasgos que normalmente alejan a estas personas del mercado de trabajo, enfocados en el campo adecuado, los transforman en trabajadores competitivos y especialistas (nombre de la empresa) en algunas áreas, como por ejemplo las pruebas de software o el tratamiento de datos.
Teixidors
Teixidors es una empresa de confección de ropa para el hogar y complementos con un fuerte componente social. Apuestan por la inclusión laboral de personas con dificultades de aprendizaje y por tanto riesgo de exclusión social, a la vez que promueven una filosofía sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Lo que los convierte en una empresa realmente singular es la pasmosa calidad de sus productos, elaborados con telares manuales de madera a la manera tradicional, que genera piezas únicas. Y por qué no decirlo, high class. No digo nada más porque recomiendo echarle un vistazo a su vídeo, que es genial:
Dona Kolors
Cosiendo un futuro es el descriptivo claim de esta empresa social dedicada principalmente a la fabricación de accesorios. Nacida a partir del proyecto El Lloc de la Dona, un centro de atención social integral para mujeres con riesgo de exclusión social vinculadas al ejercicio de la prostitución, destacan el trabajo en sus talleres de confección como método para otorgar a este colectivo de la dignidad y la autonomía económica necesarias para su desarrollo personal. Además de la propia marca de complementos, fabrica para otras marcas y diseñan piezas de marca blanca destinadas a eventos que quieran contribuir a la integración social de estas mujeres. Hay que decir que, pese a tratarse de una empresa, todos los beneficios van destinados al proyecto, es decir, en el progreso del colectivo.
Roba Amiga
Este curioso nombre agrupa a una serie de entidades en una cooperativa cuya principal filosofía es la de evitar, en la medida de lo posible, los desechos textiles. Despliegan contenedores preparados para ropa por todo Cataluña, y la clasifican por su aptitud. Las piezas que están en mejor estado entran en el mercado de segunda mano de Europa y países en vías de desarrollo, principalmente del continente africano. Se han alzado algunas voces que están en contra de esta práctica. Les parece inapropiado que ropa que ha sido donada por la gente se venda en lugar de repartirse. Para rebatir una opinión con un fundamento tan volátil como el ético, no hay más que aportar un dato basado en un estudio del mercado: la actividad de Roba Amiga evita que un 9% de la ropa acabe, a nivel de Cataluña, en un vertedero.
Coclulu
La verdad es que hay que tenerlos bien puestos para meterse en un mercado tan complejo como la industria juguetera. Y más haciéndolo desde el punto de vista sostenible. Con todo, Coclulu no se ha lanzado al vacío: saben lo que hacen. Su línea de juguetes toca principalmente edades tempranas, en las que al niño le trae sin cuidado la marca, y todavía no han empezado a pedir videoconsolas. Lo que les importa es que el juguete estimule su mente, es decir, que sea divertido. Hechos con materiales respetuosos con el planeta y seguros para los niños (nada de plastiquete baratóxico), los juguetes Coclulu se abren camino como alternativa para padres que quieran dar un toque responsable al ocio y la educación de sus hijos.