Nuestra última entrevista de la serie que estamos dedicando a las empresas con conciencia social en España, y particularmente Barcelona, nos ha llevado a L’estoc, un increíble fabricante de muebles de diseño creados a partir de materiales de reciclaje y muebles en desuso, que apuesta por la integración laboral de personas con discapacidad. Conocimos a Jordi Mayals en las Jornadas de Innovación Social que pudisteis leer reseñadas en este mismo blog, y nos abrió las puertas de su tienda en Almogavèrs 225 para contarnos por qué L’Estoc es tan especial.
Goodbye, Mr.Burns. Necesito saber cuáles fueron las claves que te decidieron a fabricar muebles creando un impacto social positivo. Lo necesito.
L’Estoc. Decido emprender L’Estoc para apoyar la causa social. Para mí no es un mundo muy desconocido, porque tengo un hermano con discapacidad, que quiere decir que aunque no sea tu motivación básica, te hace entender bien lo que estás haciendo. Además, estuve colaborando en un centro de ocio para personas con discapacidad. Es verdad que conocía la realidad de mi familia, pero ese centro me enseñó a ver ese mundo contrastando los casos de los demás. Y me enseñó a ver que el mundo de la discapacidad es una oportunidad. Cada vez te implicas más, hasta que te lanzas a la piscina. Vengo del mundo del medio ambiente, de la gestión de residuos, y auné las inquietudes profesionales con lo que quería hacer.
GbMB. Pero de ese concepto, ¿qué tuvo más peso? ¿El hecho de diseñar y trabajar con material de reciclaje o el fin de la integración social?
L’Estoc. Sobre todo es el fin. L’Estoc no tiene sentido sin la gente que hay detrás. Otra cosa es cómo lo consigues. Somos conscientes de que si no vendemos, el fin no se cumpliría. Si no tenemos unos muebles chulos, no vamos a ningún lado. Hay primero que generar negocio, y luego impacto.
GbMB. ¿Crees que el hecho de que vuestro modelo de negocio tenga ese punto de innovación social os da ventaja frente a vuestros competidores?
L’Estoc. En cuanto a modelo de negocio, evidentemente sí. Sobre todo por el hecho diferencial. Nuestro cliente valora nuestro producto añadiendo ese valor. Está claro que le gusta el producto, que lo encuentra atractivo, pero luego cuando ve que hay detrás todo un contenido social, es capaz de valorarlo. Cuando saben que una determinada pieza tiene una complejidad como ésta, en la que convertimos un pallet o una bobina en una mesa, se sorprenden. La gente se da cuenta de que trabajar con materiales de reciclaje como estos es bastante complicado, y aún así los chicos con discapacidad tienen capacidades suficientes para hacerlo.
GbMB. ¿Y qué límites encuentras en el mercado?
L’Estoc. La otra cara de la moneda es el trabajo que hay que hacer con cada pieza. La manera de transformar un pallet en una mesa lleva su limpieza, su pulido, su acondicionamiento, y es un proceso lento. Pero al mismo tiempo es un proceso que para nosotros tiene sentido. Si algo demanda trabajo significa que necesita a alguien para hacerlo. Es un valor muy positivo para nosotros.
GbMB. Es decir, que aquí se forman buenos carpinteros.
L’Estoc. La mayoría de los chicos no podría trabajar en el mundo de la carpintería actual, porque todo el proceso está automatizado y sería peligroso. En ese sentido, ellos tienen límites. Aquí, el trabajo está adaptado a sus posibilidades. En el mercado del sector, lo que se busca es la automatización para que todo vaya más rápido. Nosotros vamos contracorriente, aunque ya te digo que también es lo que nos da sentido. Perdemos terreno tal vez en la velocidad, pero lo ganamos haciendo piezas diferentes y con mucho valor añadido.
GbMB. Centrándonos en los materiales, dime cosas buenas y malas que tenga trabajar con material de reciclaje.
L’Estoc. Empezamos por las malas, porque las buenas son evidentes. La gente piensa que el material de reciclaje es de mala calidad, que lo puede hacer cualquiera y que está muy visto. Y la verdad es que el material tiene mucho contenido. La madera de un pallet o de una bobina seguro que ha pasado por numerosas condiciones y experiencias, y eso le da mucha potencia. Al pulir los materiales, esas experiencias van saliendo. Descubres vetas, formas y un montón de cosas que a nivel de imagen son súper potentes. La madera tiene mucha vida, y es algo que yo desconocía, y que me hace flipar. Y estoy convencido de que esta sensación la podemos transmitir al cliente en el producto final.
GbMB. Transmitir es la palabra clave. ¿Explotáis vuestra condición de sociales en vuestra estrategia de comunicación?
L’Estoc. Nuestro objetivo es que la gente conozca lo que hay detrás de L’Estoc, porque es un proyecto que gusta. Aunque la imagen la hemos cuidado desde el principio, porque es fundamental, tal vez no lo aprovechamos tanto como deberíamos, porque es verdad que mejorar en el área de comunicación es uno de nuestros objetivos de futuro. Hemos salido en televisión, periódicos, revistas, pero no cuidamos demasiado las redes sociales.
GbMB. Sabrás que esta entrevista es parte de nuestra serie sobre innovación social en Barcelona. ¿Estás de acuerdo en que este tipo de negocio está creciendo aquí?
L’Estoc. La tendencia existe. Es evidente. Para que nosotros, que elaboramos un producto en un sector tan complejo como es el mueble, estemos creciendo (aunque sea un poquito), tiene que haberla. Está claro que en el mueble todo se automatiza, se busca la rapidez y que todo sea modular, y ese mercado crece mucho más. Pero nosotros vemos que el cliente busca lo que ofrecemos: la diferencia. Cada vez hay más gente sensibilizada. ¿Dónde llegará la empresa social? No lo sé. Está claro que nos gustaría que avanzara todavía a más velocidad, pero estamos trabajando cada día más. Hay que estar súper conectado para no perder ninguna oportunidad.
GbMB. ¿Hay más competidores en Barcelona en el campo de la innovación social?
L’Estoc. En términos económicos, la competencia siempre es buena. Ojalá hubiese más oferta de innovación social. Normalmente me quejo de que no haya tanta, porque si la hay, significa que hay mercado. Queda mucho por hacer en ese sentido. Hay que tirar para adelante, compitiendo si hace falta, aunque más que competir, es colaborar. No me gusta demasiado la palabra competir, porque en realidad todos sumamos.
GbMB. ¿Tuviste alguna referencia cuando te decidiste por hacer muebles?
L’Estoc. Mi referencia es mi experiencia. He vivido el mundo de la discapacidad en primera persona, y a partir de ahí buscas modelos que se adapten a tus intereses. Ésta es una manera de trabajar que yo he visto y disfruto. Busco que estas personas tengan los mismos recursos que cualquiera, porque al final te das cuenta de que no tienen ninguno de los males que tienen las personas normales. Yo no quiero que estos chavales estén apartados porque su integración es indicativo de una sociedad avanzada. Ellos también tienen algo que aportar, sobre todo a nivel emocional. Ellos tienen que ser partícipes del entorno. Por ejemplo, vienen a trabajar en transporte público, van a desayunar al bar de al lado, etc. Al final, ellos tienen la autonomía de hacer su vida, incluso teniendo un salario. Cuanto más diversa sea una sociedad, mejor estaremos. Una sociedad muy uniforme, me da un poco de yuyu.
GbMB. ¿Cómo acoge la gente este nuevo modelo de negocio, que genera sus propios beneficios para gestionarse? Diciendo esto, quiero diferenciaros de la entidad social old school, más basada en la caridad.
L’Estoc. Nosotros huimos de la palabra caridad. Pienso que el camino no es depender de que la gente te dé dinero para vivir. A las personas les gusta sentirse útiles y tener algo que hacer en su vida.
GbMB. Vimos en las jornadas, que herramientas como el SROI son capaces de conseguir el apoyo de las instituciones públicas. Háblame de ellas un poco. ¿Favorecen un ecosistema en el que pueda florecer la innovación social? ¿Cómo se portan con vosotros aquí, en Barcelona?
L’Estoc. Nosotros, a nivel instituciones, hemos tenido pocos apoyos, aunque los hemos tenido. El Ayuntamiento, la Diputación, etc. Un pequeño soporte sin el que tal vez no hubiéramos llegado tan lejos. Y no te hablo sólo de apoyos directos, económicos. Hablamos de recursos, por ejemplo, de Barcelona Activa a nivel de emprendimiento, y varios otros programas. La administración nos ha ayudado, y con buenos resultados. Ahora bien, ¿que el entorno público favorezca el florecimiento de este tipo de empresas? Yo no lo creo. L’Estoc es una empresa como cualquiera. Pagamos los mismos impuestos que otras. A nivel de oportunidad, el entorno es bastante hostil, y pienso que debería ser favorable para que el hecho de emprender un negocio no signifique sacrificar tu vida. Hoy en día, el emprendimiento es un proyecto vital. Por eso hay pocos proyectos en este campo. Es arriesgado. Sin embargo, quejarte y buscar culpables tampoco es la solución. A título personal, siempre me ha gustado más implicarme y hacer las cosas a mi manera.
GbMB. Es el debate de siempre. ¿Hay interés por parte de la sociedad y hay falta de mimo por parte de las instituciones, o las instituciones no apoyan por falta de una sociedad interesada en este tipo de negocios? ¿Va de abajo a arriba, o viceversa?
L’Estoc. Yo lo tengo muy claro. Va de abajo a arriba. Hay caldo de cultivo, pero tenemos los políticos que nos merecemos.
GbMB. En ese sentido de caldo de cultivo, ¿crees que Cataluña es un lugar privilegiado para la empresa social con respecto a otros lugares de España?
L’Estoc. He visto proyectos en otras partes de España súper chulos. Participando en Momentum Project o con La Caixa, que operan a nivel estatal, me he encontrado proyectos que son geniales. Tampoco difieren tanto de los de aquí. Las necesidades son tan grandes, que es difícil no hayar proyectos sociales en toda España.
GbMB. En el terreno internacional, ¿crees que estamos por detrás? Ya sea tema jurídico o conciencia ciudadana.
L’Estoc. La sensación es que sí. Seguro. Y digo sensación porque tampoco estoy muy al día. En el tema social no lo sé, pero en el medioambiental y reciclaje, que es un tema que controlo mucho más, sí que pienso que van dos o tres pasos por delante. Hay más experiencia, son más atrevidos, etc. Hay otro tipo de desarrollo, con un mercado más consolidado, con un cliente más concienciado, supongo que simplemente porque llevan más tiempo en esto.
GbMB. Un cliente más concienciado. ¿No lo estamos aquí? ¿Crees que las nuevas generaciones están más educadas?
L’Estoc. Prefiero no mojarme. Está claro que la gente joven tiene una mentalidad más abierta. Los jóvenes no tienen miedo a nada, pero sospecho de los que no sean tan atrevidos. Hay un alto índice de marginalidad en el ámbito educacional. Los que saben menos, cada vez saben menos, y los que saben más, cada vez saben más. Yo trabajo para los que saben menos, y eso puede ser un problema. En este sentido, los que se queden atrás, se quedarán muy atrás.
GbMB. Pero si el cliente no está concienciado, el auge de este tipo de negocios podría considerarse una moda. Veamos el caso Palo Alto Market.
L’Estoc. Esto no puede ser una moda. Tiene que existir. Siempre habrá gente que luche por hacer las cosas de otra manera. Si es o no una moda, no me importa. Hay que hacerlo. Quienes se apunten por moda durarán menos. Los que nos dedicamos a lo social tenemos que ser muy conscientes de que tenemos que ir al ritmo de la sociedad. No podemos trabajar en contra del mercado, sino adaptarnos a él. Tenemos que saber lo que quiere nuestro cliente.
GbMB. En el sector en el que tú te mueves, ¿hay mucha asignatura pendiente de las grandes empresas con respecto a lo social?
L’Estoc. Seguro. En el mundo del diseño, interiorismo y decoración, L’Estoc es una cosa muy residual. Está claro que las empresas dedican cada vez más tiempo a su RSC, pero todo depende del cliente. Hay que conseguir que la sociedad sea más exigente, y que impida que las cosas se puedan hacer de cualquier manera. No sé si el RSC está integrado o no en la gran empresa, pero está claro que cada vez cobra más importancia. Para valorarlo, sólo hay que mirar el pasado.
GbMB.La pregunta final siempre nos pone al volante de un DeLorean tuneado por Doc. Saltemos en el tiempo, hacia el futuro, y cuéntame cómo ves allí a L’Estoc. O cómo te gustaría verlo.
L’Estoc. Para mí el escenario perfecto sería que los muebles estén en muchos más sitios. Tener una visión más global, no tan local, porque las empresas son globales y hay que pensar en un prisma abierto. Ya hemos colocado muebles en Madrid, y nos gustaría hacerlo en más sitios. Tenemos un plan de crecimiento con Momentum Project, y las expectativas son muy altas. Pensamos en dar grandes pasos hacia adelante, para crear un mayor impacto. La idea es continuar el modelo de aquí, un taller y un showroom pequeño, aunque no tendríamos problema en aumentar el tamaño de nuestro lugar de producción. Aunque mola soñar, me gusta andar con los pies en el suelo y disfrutar de lo que estamos consiguiendo.