A ambos lados del charco, ESADE es una de las instituciones referente en Innovación Social. Mucho, diría que demasiado he tardado en poner a punto un post en Goodbye,Mr.Burns con ellos como protagonistas, si bien podría decirse que estaba esperando la ocasión. Y ésta ha llegado nada más y nada menos que con la reseña de su 9ª Jornada Anual, “Innovación Social para abordar los retos del futuro”. Tuve la suerte de aprender y compartir con ellos las particularidades de este sector, arrojando un poco de luz sobre las tendencias más actuales contadas por sus protagonistas: emprendedores sociales, académicos y personas que podría decirse que marcan el ritmo en esto de cambiar el mundo a base de molar.
Generar impactos, design thinking, future is something we can create, SROI. Esto es lo que se le clava a uno en la mente, más allá del idioma, cuando sale del Instituto de Innovación Social de ESADE. Todo es posible. Y ahora os cuento por qué.
La jornada empezó, como no podía ser de otra manera, con la intervención de los que ponen la pasta. Y benditos sean, por otra parte. Representantes de la Fundación Abertis y Ernst & Young, pusieron de manifiesto la importancia que tiene el respaldo de sus fundaciones dentro de la organización. Nada fuera del guión en un ambiente de rectitud protocolaria.
Me atrevo a tildar de más interesante, sin embargo, la ponencia de Ignasi Carreras, anfitrión y director del Instituto. Su intervención presentó una interesante división de roles entre los emprendedores sociales o pequeñas iniciativas de cambio y organizaciones ya consolidadas, asignando las tareas que deberían corresponder a cada parte en una situación de cambio hacia “lo social”. Definió a los primeros como generadores de nuevos impactos a través de nuevas ideas, poniendo como ejemplo el propio laboratorio de Innovación Social del Instituto. En cuanto a las organizaciones, lo que pudo ser el núcleo de su ponencia, se atrevió a destacar cinco puntos que debería incluir todo manual de sostenibilidad:
- Recuperar el espíritu pionero que tuvieron en su momento.
- Practicar el desing thinking.
- Incorporar la diversidad en la organización, refiriéndose al área de RRHH.
- Innovación como resultado de la colaboración público-privada
- Innovación como creatividad, pero más como un proceso.
Estas dos intervenciones no fueron más que la ceremonia de apertura. Cierto es que fueron ponentes de lujo, pero lo bueno empezaba ahora.
El primer turno fue para Sally Uren, CEO de Forum of the Future. Esta organización anglosajona tiene como misión acelerar el cambio hacia un futuro sostenible, en sus palabras, intentar adelantarse al futuro desde hoy. Los ámbitos principales desde los que enfrentan su reto son la alimentación y la energía. Desde una perspectiva de actor global, ya que está presente en decenas de países y ha trabajado con importantes organizaciones como Unilever, Marks&Spencer o Pepsico, debo decir que daba gusto escuchar a Sally. Si no estabais allí, arrepentíos, pecadores. Su discurso estaba muy alejado de ser el utilizado por la gente del sector, que muchas veces, y lo digo con la acritud del que se siente perseguido por el sopor en la mayoría de ponencias, parecen un conjunto de frases/ plantilla colocadas aquí y allá para dar cierto empaque. Su enfoque era fresco, agresivo y genial, como cabría esperar de una persona con su puesto. A modo de resumen, volved a flagelaros por no haber estado allí, os dejo estas ocho perlas sobre las que, según Forum of the Future, girará la Innovación Social:
- Global goals (rol de las Naciones Unidas en la asignación de recursos).
- Extreme climate change (presión sobre el planeta).
- Manufacturing (vuelta a lo local, decadencia del fenómeno de la deslocalización).
- Rise & rise wellbing health (los gobiernos ya no podrán permitirse niveles más elevados de obesidad).
- Female empowerment (numerosos estudios demuestran mejores resultados en una sociedad cuando la mujer tiene capacidad de gestión).
- Hyper transparency (las multinacionales no pueden permitirse eslabones oscuros en su cadena de producción).
- The China Factor (definirá el nuevo contexto global, por lo que no se puede hablar de futuro sin tenerlo en cuenta).
- Harnessing Market Forces (utilizar el mercado como herramienta hacia la sostenibilidad).
Sin parar, al workshop. Aunque la elección del taller no fue fácil, me decanté por la medición de impacto. Lo cierto es que quería conocer a ciencia cierta, es decir, en términos medibles, lo bien que va esto de la Innovación Social. Allí, Charles Castro, Responsable de Evaluación y Medición de Impacto de ECODES, nos explicó la metodología Social Return on Investment (SROI en adelante). Tanto ONGs como organizaciones sociales, así como el sector público, tienen cada vez más claro que medir su impacto tanto económico como social tiene mucha importancia, y ésa es la misión del SROI. Jordi Mayals y Anna Cohí, representantes de L’estoc y Laboratorios DAU respectivamente, se presentaron como dos auténticos pioneros en la aplicación del SROI en sus organizaciones. Ambos respaldaron su aplicación fervientemente, poniendo énfasis en cómo esta tarea ha permitido que hayan obtenido premios y ayudas de entidades como Fundación La Caixa. Hay que decir, que al poner de manifiesto la rigurosidad metodológica del sistema, se dio pie a un rico debate con claras posturas opuestas pero sin conclusiones absolutas: como debe ser un buen debate.
Que el storytelling es tendencia, o súpertendencia, si queréis, es algo bastante evidente. Pero también es evidente que se trata de una herramienta que funciona. Por eso no podía faltar a su cita con la Innovación Social. Comunicar y comunicar. Esa es la clave. Aurélie Salvaire, , fundadora de A Factor, nos recordó con su propia narración el poder de los cuentos, y la forma de conseguir las historias hagan llegar el mensaje con la intensidad y la forma que queremos.
Para terminar, para dejarnos con un magnífico sabor de boca, Vincent Rosso, cofundador de la exitosa startup francesa BlablaCar (que en estos momentos está litigando con otras compañías de transporte, sólo de España), nos dio su visión sobre cómo quieren cambiar el mundo. Su objetivo, dijo Rosso, fue desde el principio la transformación de la movilidad a través de una alternativa sostenible, barata y eficiente. Nos recordó que años atrás, con sólo unos cientos de usuarios, él estaba en aquel mismo escenario presentando su proyecto, y que pese al escepticismo se convirtió en un fenómeno mundial. Animó como pocos al público emprendedor (muy numeroso, lógicamente) y supo poner la guinda al pastel, el broche de oro en un marco incomparable y demás frases hechas a una jornada sencillamente brillante.
Ocho horas de Innovación Social que me supieron a poco. Por la cantidad de personas interesantes que conocí, sus experiencias y experiencia, sus consejos y su visión del sector, realmente me fui con la impresión de que lo bueno estaba a punto de empezar. Espera. . . ¡tal vez esté a punto de empezar!